Taylor Swift nunca acudió a la universidad porque su carrera musical comenzó a despegar cuando aún estaba en el instituto; de hecho, ella completó los últimos años de su educación estudiando desde casa.
Sin embargo, ha podido resarcirse en parte por perderse esa experiencia porque a principios de este año recibió un doctorado honorario en bellas artes por la Universidad de Nueva York, que fue la primera institución que incluyó su trabajo en su currículum académico.
La universidad de Texas en Austin también ofrecerá a partir de este otoño un curso enfocado en la técnica de la artista a la hora de componer las letras de sus canciones llamado 'Literary Contests and Contexts: The Taylor Swift Songbook' que impartirá la profesora Dr. Elizabeth Scala tras descubrir a la estrella del pop a través de su propia hija.
Sus discos 'Red (Taylor’s Version)', 'Lover', 'Folklore' y 'Evermore' se utilizarán como base para introducir a los alumnos en la lectura crítica literaria y los métodos de investigación, que resultan habilidades básicas para trabajar en la literatura inglesa y otras disciplinas de las humanidades.
La descripción oficial de las clases reza: "Centrándonos en la música de Swift y en los contextos culturales en los que ésta y su carrera se sitúan, consideraremos los marcos para entender su obra, como la forma poética, el estilo y la historia, entre otros asuntos y cuestiones teóricas importantes para la contextualización, mientras practicamos una lectura cercana y en profundidad, evaluando fuentes secundarias y construyendo argumentos sólidos".
Básicamente es lo mismo que hacen los fans de Taylor cada vez que estrena un nuevo single: buscar referencias a experiencias personales en su vida -sobre todo relacionadas con sus antiguas parejas- o 'easter eggs', es decir, mensajes ocultos que hagan referencia a lo que está por venir en su carrera.