Ana de Armas, que da vida a Marilyn Monroe en Blonde, ha desvelado que sintió que contaba con su bendición para interpretarla. La actriz, de origen cubano-español, ha explicado que antes de empezar a rodar visitó la tumba de la tentación rubia para pedirle "permiso" antes de meterse en su piel en la película dirigida y escrita por Andrew Dominik.
En una reciente entrevista en la revista AnOther, De Armas, que tiene 34 años, solo dos menos de los que tenía Monroe cuando falleció de una sobredosis de barbitúricos el 4 de agosto de 1962, cuenta: "En una gran tarjeta todos los miembros del equipo le escribimos un mensaje. Luego fuimos al cementerio y lo pusimos en su tumba. Estábamos pidiendo permiso de alguna manera. Todos sentíamos una gran responsabilidad y éramos muy conscientes de la faceta de su historia que íbamos a contar".
Marilyn Monroe, quien nació como Norma Jeane Mortenson, está enterrada en el cementerio Pierce Brothers Westwood Village Memorial Park, en Los Ángeles. La actriz asegura que tenía la sensación de que Monroe "aprobaba" la película, que tras estrenarse en el Festival de Cine de Venecia, llega a Netflix el próximo día 28.
La película, basada en la novela homónima de Joyce Carol Oates, recoge la infancia de Monroe, su ascenso a la fama, su consagración como estrella de Hollywood y su trágico final. Ana de Armas sabía muy poco de Marilyn cuando aceptó el papel. Apenas había visto algunas de sus películas o escuchado sus canciones y poco más. Pero tras el mito de Marilyn se esconde una vida difícil, que la actriz cubana fue descubriendo a medida que se sumergía en el personaje.
Para Ana de Armas, encarnar a esta leyenda del cine iba mucho más allá de una simple mímesis: "Me iba a dormir y soñaba que tenía largas conversaciones con ella por pequeñas cosas, como una vez que estábamos eligiendo el color del jarrón en el que pondríamos las flores. No quiero que parezca que estoy diciendo 'Marilyn y yo estábamos conectadas', en absoluto, pero pensaba tanto en ella que algunos días iba a casa a cenar y mientras lavaba los platos me ponía a sollozar, a llorar y a llorar, porque tenía una sensación terrible. Sabía que no podía arreglarlo", ha aclarado la que también ha sido chica Bond.
"No estuve de ninguna manera en el personaje durante nueve semanas, ni entre tomas, ni en mi descanso para comer. Yo era Ana. ¿Pero emocionalmente? El peso de eso se quedó conmigo, sin duda", ha puntualizado.
Esta no es la primera vez que Ana de Armas habla de su relación con Marilyn. A principios de este mes, durante la conferencia de prensa del Festival de Cine de Venecia, llegó a reconocer que "ella estaba conmigo, y era hermoso. Creo que estaba feliz".
El director de la película, Andrew Dominik, explicó que las escenas iniciales de la película se rodaron en el mismo apartamento donde Marilyn, entonces llamada Norma Jeane Baker, había vivido con su madre enferma mental. Y otras escenas se filmaron en la misma habitación donde murió. “Fue como una sesión de espiritismo”, añadió. De Armas amplió esa sensación: “Marilyn estaba entre nosotros. Tal vez suene muy místico, pero es cierto. Todos lo sentimos, a veces estaba feliz y otras se enfadaba y tiraba cosas contra la pared”.
Para más inri, el rodaje de la película empezó el 4 de agosto, el día del aniversario de la muerte de Monroe.