Francia se preparaba el domingo para una cuarta ola de calor este verano, ya que la peor sequía registrada dejó pueblos resecos sin agua potable y los agricultores advirtieron sobre una inminente escasez de leche en el invierno.
La oficina de la primera ministra Elisabeth Borne ha creado un equipo de crisis para hacer frente a una sequía que ha obligado a decenas de pueblos a depender del suministro de agua por camión, ha llevado a la empresa de servicios públicos estatal EDF (EDF.PA) a frenar la producción de energía nuclear y ha afectado a los cultivos.
Se esperaba que las temperaturas alcanzaran los 37 grados centígrados en el suroeste el domingo antes de que el aire caliente se extendiera hacia el norte a principios de semana.
"Es probable que esta nueva ola de calor se establezca", dijo La Chaine Meteo, similar al servicio de cable estadounidense The Weather Channel.
La agencia meteorológica nacional Meteo France dijo que era la peor sequía desde que comenzaron los registros en 1958 y que se esperaba que la sequía empeorara al menos hasta mediados de mes. En promedio, menos de 1 cm de lluvia cayó en Francia en julio.
Se espera que la cosecha de maíz sea un 18,5% más baja este año en comparación con 2021, dijo el Ministerio de Agricultura, justo cuando los europeos se enfrentan a precios más altos de los alimentos como resultado de exportaciones de granos inferiores a lo normal de Rusia y Ucrania.
Mientras tanto, la escasez de forraje debido a la sequía significa que podría haber escasez de leche en los próximos meses, dijo la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores.
El operador nuclear EDF redujo la semana pasada su producción de energía en una planta en el suroeste de Francia debido a las altas temperaturas del río Garona, y emitió advertencias continuas para los reactores a lo largo del río Ródano. El clima cálido ha agravado los problemas de la empresa de servicios públicos, con problemas de corrosión y mantenimiento prolongado en la mitad de sus 56 reactores, lo que reduce la capacidad a medida que Europa enfrenta una crisis energética.
Existen restricciones de agua en casi toda Francia continental para conservar el agua, incluidas en muchos lugares prohibiciones de mangueras y riego. REUTERS